Trabajar conjuntamente con Reiki y Flores es algo que hago desde hace mucho tiempo. La combinación de estas dos terapias se basa en el conocimiento previo de las dos.
Cuando trabajo con estas dos herramientas y las uno, no quiero decir que aplico Reiki al bote de las esencias para potenciarlo, no, no es así. La combinación de estas dos terapias va mucho más allá que eso. Respeto muchísimo a quien lo hace, pero yo personalmente creo, que no tengo que potenciar las esencias, puesto que ellas ya son suficientemente poderosas por si solas. Pero es solo mi opinión.
Mi manera de combinar el Reiki y las Flores es mucho más sencillo, es simplemente “saber” detectar dónde está el bloqueo energético de la persona (lo que llamamos Biosen) y una vez detectado el bloqueo miramos que emoción lo produjo (esto se hace con la ayuda de la persona), y una vez sabido que emoción lo causó (tristeza, miedo, incertidumbre, duda et…) le preparo un bote con las esencias correspondientes.
La combinación de esas dos terapias en consulta me han demostrado con el tiempo, que al aplicarlas conjuntamente tal y como os digo, las sesiones no deben ser tan próximas (quiero decir, que no hace falta tener al paciente en la camilla cada semana) y por otro lado se encuentran mejor más rápidamente. Puesto que le hacemos una sesión de Reiki y al seguir tomando en casa sus flores correspondientes, es como si la sesión de Reiki se ampliara en ese tiempo.
Cuando se combinan bien estas dos terapias los resultados son sorprendentes. Pero para ello y desde mi visión, hay que tener unas buenas bases sobre las dos terapias en sí. Puesto que hay que saber “descubrir” que energía/emoción, es la que hay que trabajar en la persona.
Llevo mucho tiempo investigando y trabajando con estas dos técnicas y su compenetración es estupenda. Como ya he escrito alguna vez, Bach ya hacia “Reiki”, y su secretaria Nora Weeks así no lo cuenta en innumerables veces en todos sus escritos. Bach era conocedor de la existencia de la energía y que esta cuando se estancaba era la que producía los bloqueos. Por eso él sabía qué flor administrar a sus pacientes, aún antes de que entraran a su consulta.
Todo esto y más, es lo que me hace seguir investigando e indagando en estas dos hermosas técnicas. Pero no nos dejemos engañar por su facilidad de aplicación, todo aunque sencillo tiene su esencia por descubrir.
Esther García Miralles