Cada elixir floral es portador de la energía de la planta que se utilizó para extraer su esencia. Podemos decir, que es el campo energético de la flor, o el Alma de la planta. Como véis, las esencias florales de Bach no contienen ningún principio activo, puesto que lo único que hay es energía.
Al no tener ningún componente activo, las esencias actúan a través de vibraciones energéticas, las cuales entran en resonancia con nuestro campo energético y si esta desarmoninzado lo equilibran.
Cuando tomamos la esencia, su perfecta frecuencia energética entra en resonancia con la nuestra, estimulando nuestro propio proceso curativo, al aportarnos una vibración más elevada que la nuestra.
También amplia nuestra capacidad de auto-observación, ayudándonos así a desarrollar nuestras virtudes y nuestro potencial.
Bach afirma que la función primordial de las esencias es la de ayudar a las personas a generar en su interior la virtud opuesta al desequilibrio, que es la causa que genera la enfermedad.
Cada esencia es portadora de una vibración específica correspondiendo con determinados rasgos de la personalidad, actitudes o emociones del ser humano. Estos remedios se dirigen directamente a los conflictos internos, tensiones, bloqueos emocionales o problemas físicos. Ayudando así a superar las dificultades, actuando directamente sobre la raíz del conflicto.
Esther García
Equipo Naturterapias.