¿HASTA QUÉ PUNTO IMPORTA EL MOMENTO DE LA PREPARACIÓN DE UNA ESENCIA FLORAL O EL PROVEEDOR QUE LA SUMINISTRA?
Estoy en plena investigación y quisiera compartirlo con todos vosotros.
Estoy trabajando e investigando sobre la importancia que tiene la preparación de las esencias florales. Con el tiempo y la práctica cada día estoy más convencida de la gran importancia que tiene ese momento.
Desde siempre he sentido que era muy importante la manera en que se elaboraban las flores, ya no solo a nivel terapéutico (cuando el terapeuta las prepara en consulta) sino también el que fabrica y suministra las esencias (el que nos vende los frasquitos de esencias).
Hace relativamente poco, me he topado con un caso en consulta que me ha ayudado mucho a profundizar y entender todo esto un poco más.
Durante tres meses estuve tratando a un niño, por un problema de apego excesivo hacia su padre. En principio la terapia iba muy bien, y notó los efectos ya desde el primer momento. Pero la madre me comentó que el niño había estado vomitando la noche entera y a la mañana siguiente estaba estupendamente.
En un primer momento, pensé que podía ser la típica limpieza que todos los terapeutas pensamos que debe llevarse a cabo. Aunque, en principio, por las esencias que llevaba no debían haberse manifestado esos síntomas. En aquel momento, me lo apunté todo como siempre hago, y me mantuve a la expectativa.
Al mes siguiente pasó lo mismo, el niño estaba mejor, pero una noche había enfermado y pasó toda la noche vomitando y al día siguiente todo había remitido. ¡¡Esto ya no era normal!! Le comenté a la madre que le llevara a su pediatra a que le hicieran un chequeo completo.
Creí que podría deberse a alguna intolerancia alimenticia. Al mes siguiente volvió la madre y me comentó que el niño estaba muchísimo mejor, pero que le había vuelto a pasar lo mismo.
Las pruebas del médico eran negativas, ¡todo estaba bien! Fue aquí donde decidí explorar, ya que el niño evolucionaba correctamente y de las flores que tomaba, ninguna era para sacar contenido emocional. ¡Algo se me escapaba, no era normal!
Entonces, comparando casos de otros pacientes, me di cuenta de que estaba tratando a otra niña, que le pasaba exactamente lo mismo. En un primer momento, pensé que podía ser la glicerina vegetal, que es lo que le pongo a los niños como conservante en su frasco de Flores, que les provocara algún tipo de efecto adverso y por eso vomitaban.
Pero mirando y comparando las esencias y los casos, caí, me di cuenta, de que los niños llevaban una flor en común, y no solo eso, sino que su flor tipo era la misma Chicory. Los dos tenían en común, que su flor era Chicory y justo esa esencia la había elaborado yo misma en un grupo con bastante gente. ¿Qué significa esto? Pues nos da una idea de la importancia que tiene el trabajar con la energía.
Cuando una esencia se prepara individualmente, solo está la energía del elaborador y de la planta que se está preparando. Pero cuando en el momento de la preparación se acumula más gente, esa esencia se impregna de todo el contenido energético de los que están allí, además de la propia esencia que aporta la planta.
Volví a darles de nuevo la misma esencia, pero esta vez hecha por el elaborador habitual que utilizo. Y los niños dejaron de vomitar y a día de hoy están estupendamente. Todo esto me ha dado mucho en lo que pensar.
Es importante saber quién y cómo preparan las esencias que consumimos, puesto que todo es vibración, no solo estamos tomando la esencia de la planta, gema, o lo que sea, probablemente también nos llega parte vibraciones de la persona que lo fabrica. Y en esto estoy ahora, investigando e indagando, para intentar averiguar por qué las mismas esencias de diferentes elaboradores funcionan de diferente manera.
Espero poder encontrar la respuesta y desde aquí, os animo a que me aportéis vuestros comentarios y experiencias, si es que tenéis alguna. Me ayudaría mucho. Tenéis todos mis datos en esta misma página.